Etiquetado: Voces

La importancia de no entrar con alimentos a biblioteca

Por: Erick Prieto Chávez, Blanca García Olmedo, Ericka García Olmedo

Biblioteca DES Salud

“Estar a solas con un buen libro es ser capaz de comprenderte más a ti mismo” 

Harold Bloom

Quizás pienses que al entrar a una biblioteca es algo molesto ver tantos letreros de “Prohibido la entrada de bebidas o alimentos», pero hoy no hablaremos de eso si no del problema que podría convertirse el entrar con una botella de agua a una biblioteca.

Tu dirás: ¡No pasa nada!, ¿Qué puede pasar?

Pero sí pasa.

En el peor de los casos imaginemos que estés muy a gusto estudiando y de pronto te da sed y sacas tu botella de agua de tu mochila y sin querer se te derrama sobre la mesa y se moja el libro, entonces no solo tendrás que reponerlo, sino que afectarás a otros alumnos que quieran consultar ese material. Es que resulta que ese libro es parte de una colección, que dejas incompleta.

Entonces es tu decisión dejar de estudiar 1 minuto y salir a beber agua o quedarte ahí sentado y dañar los materiales que deberás reponer.

Así que cada vez que quieras ingresar a biblioteca con algún alimento, recuerda cuidarlo y dejarlo tal como te gustaría encontrar el material que utilizas con frecuencia.

agua libros

Fuente de imagen: Internet

 

 

Hospital de libros

Por: Luis Chánez

Bibliotecario y encuadernador de Material Documental

Biblioteca DES Salud

Estimados usuarios, es un honor para mí compartir unas palabras, recalcando el compromiso que tenemos como bibliotecarios con ustedes, para ofrecerles un servicio de calidad.

Cabe destacar que es importante que los alumnos tomen consciencia del cuidado del material documental de las bibliotecas, ya que tan solo en la DES Salud, contamos con un acervo de mas de 18 mil libros.

Sin embargo hay una gran demanda en ciertas materias y autores, que desgraciadamente en algunos casos, se cuenta con pocos ejemplares, dificultando satisfacer la demanda de materiales, por el daño que sufren.

Se les da a los libros un mal trato en algunas ocasiones, se han detectado libros mojados, mutilados o rotos, que tienen que retirarse del préstamo para hacerle las reparaciones adecuadas. Se vuelven a encuadernar o se empastan, de acuerdo con el daño que tengan.

Depende del daño del material, para lo cual se evalúa su condición general. Si es daño parcial, el libro permanece en reparación de 2 a 3 días, si es un daño más grande, se separa hasta una semana completa.

En caso de un daño grave, especialmente por humedad y mutilación, el libro debe descartarse de forma permanente, limitando la colección y agravándose la situación, si era ejemplar único.

Afortunadamente, en la biblioteca de la DES Salud, se cuenta con personal que tiene la competencia para realizar esas reparaciones, ya que no en todas las bibliotecas se cuenta con esa habilidad.

A final de cuentas, los afectados al separar los libros de la colección, son ustedes como usuarios, especialmente en tiempo de exámenes.

De antemano reitero el compromiso de continuar con mis labores para el beneficio de los usuarios.

MD REPARACION 2018-10-05

Fotografía: Luis Chánez.

Las bibliotecas, paz y cohesión social.

encuentro 2017-06-02

 Terrazas, F.

Sistema Universitario de Bibliotecas Académicas

Universidad Autónoma de Chihuahua

Chihuahua, Chih. Junio, 2017

Resumen

Como entes multiculturales, las bibliotecas juegan un factor determinante como agentes de paz. Dado que el acceso a la información es un derecho, permite el desarrollo a lo largo de la vida, son precisamente en éstos espacios, donde se pueden establecer estrategias que permitan el desarrollo de individuos más plenos, con mayores y mejores recursos informativos, que les permitan lograr cambios en su entorno, con el fin de promover igualdad de oportunidades y condiciones en un ambiente de paz.

 

 

El conocimiento y la información tienen un impacto significativo en las vidas de las personas, (UNESCO, 2017).

En el año 2015, se dieron por concluidas las actividades para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, declarados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU, por sus siglas en inglés), los resultados obtenidos, dieron como resultado la ampliación y redefinición de objetivos, por lo que a partir de enero 2016, surgen los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible vigentes hasta el 2030.

El objetivo 16, decreta la promoción de sociedades justas, pacíficas e inclusivas. Dentro de sus metas, se establece lo siguiente:

 “Garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales” (ONU, 2016).

A través de su cumplimiento, se pretende que se reduzcan sustancialmente todas las formas de violencia. Además trabajan con los gobiernos y las comunidades para encontrar soluciones duraderas a los conflictos e inseguridad, imperantes en las sociedades actualmente.

Sin paz, estabilidad, derechos humanos y gobernabilidad efectiva basada en el Estado de derecho, no es posible alcanzar el desarrollo sostenible.

Es importante señalar que dichos objetivos, tienen la característica de incluir de forma trasversal en sus metas, aspectos relacionados con el acceso información.

De forma paralela, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura  (UNESCO, por sus siglas en inglés) establece los siguientes Pilares de las Sociedades del conocimiento (2016):

-Libertad de expresión

-Acceso universal a la información y al conocimiento

-Respeto a la diversidad cultural y lingüística

-Educación de calidad para todos.

Tanto las metas del objetivo 16, como estos cuatro pilares, van totalmente vinculados con el quehacer bibliotecario, donde la información permite la inclusión social, así como convivencia armónica de individuos diversos con necesidades de información diversas.

Este marco general, nos permite reflexionar sobre las nuevas estructuras sociales, en las que la dinámica acelerada y la ficticia necesidad de la inmediatez, han llegado a provocar una sensación de rapidez, que combinada con factores como el crecimiento de la violencia, abren brechas que impiden el desarrollo armónico y el disfrute de la paz.

Aunado a esto, el crecimiento acelerado e incontrolable, de recursos de información y herramientas de la web 2.0, que no siempre son utilizados para el bien común, incluso en actividades muy inocuas, pueden llegar a reflejar un comportamiento inusual que llama la atención, o que afecta la reputación de las personas.

Así mismo los grupos minoritarios, generalmente son señalados y vigilados de forma más cercana. (Ekholm, K., Karhula, P., 2013)

Pareciera contradictorio, que mientras las tecnologías se hacen cada vez más sofisticadas, son más utilizadas para controlar a los ciudadanos, incluso para justificar la criminalización de la libertad de expresión y la adopción de legislaciones restrictivas.

Agreguemos el factor de altos niveles de violencia armada e inseguridad, que tienen consecuencias destructivas para el desarrollo de un país, afectan el crecimiento económico y redundan a menudo en efectos negativos que pueden extenderse por generaciones.

Esto es palpable en nuestro contexto nacional, donde es lamentable ver cada vez, con más frecuencia, los estragos de las oleadas de violencia que dañan todos los niveles de la sociedad, no se diga del ámbito estatal, donde existen zonas de acceso restringidos.

Es precisamente en esos contextos donde se hace más necesario el fortalecimiento de las bibliotecas, en las que la diversidad de servicios que permitan a la población tener espacios armónicos, tranquilos, agradables, donde lo importante sea desarrollarse como individuo, donde tenga oportunidades de acceder a la información que le sea útil, que le nutra.

Las bibliotecas y los derechos humanos

La legislación máxima a nivel internacional es la Declaración internacional de los derechos humanos. Lo mínimo que necesitamos para vivir de forma “civilizada” es su seguimiento.

El Artículo 19, establece que “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”

Nuevamente, las bibliotecas son partícipes de esta distribución de la información, ya que son las encargadas de la organización, preservación, conservación de la información, para poblaciones con necesidades muy diversas, que ahora se ven fortalecidas con los recursos electrónicos y la capacidad para desarrollar habilidades de acceso, evaluación y uso de la información.

Desde esa visión, la UNESCO (1994), en su Manifiesto de la UNESCO en favor de las Bibliotecas Públicas, impulsa a ésta “como fuerza viva de educación, cultura e información y como agente esencial de fomento de la paz y los valores espirituales en la mente del ser humano”

Por lo que no la limita a aspectos educativos, sino que amplía su actuar social, al darle un valor de justicia, ecuanimidad y respeto que permite su actuación en el fortalecimiento del desarrollo armónico de la sociedad.

Es este actuar, donde las bibliotecas como entidades sociales juegan un papel muy importante, ya que son no sólo las que custodian la información, como tradicionalmente se concibe, sino que promueven la generación del conocimiento, así mismo como entes de vinculación entre la sociedad y la información.

Ponce, J. (2016), a su vez concibe “Las bibliotecas, como institución educativa y cultural, tienen la tarea de promover espacios que sean pertinentes para la construcción de conocimiento y el fomento de valores culturales de un grupo humano determinado”

Así desde el derecho al acceso a la información, las bibliotecas abren sus puertas y ofrecen lo más valioso que poseen, sus colecciones.

Pero para que su actuar se vuelva una realidad y sea parte de la estructura de un país, debe soportarse en aspectos legales que enmarquen su quehacer y garanticen su permanencia.

En nuestro país, la ley general de bibliotecas, (2015), en su artículo 2, segundo párrafo, establece que la finalidad de la biblioteca pública es ofrecer en forma democrática el acceso a los servicios de consulta de libros, impresos y digitales, y otros servicios culturales complementarios como orientación e información que permitan a la población adquirir, transmitir, acrecentar y conservar en forma libre el conocimiento en todas las ramas del saber.

Una vez más en su concepción más amplia de acceso al libre conocimiento, sin limitarlo a una rama o contexto específico.

Otro ejemplo se encuentra claramente establecido en la misión de la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura, enfocada en “facilitar el acceso equitativo, libre y gratuito de los mexicanos al conocimiento y la cultura, y fomentar la lectura en las bibliotecas públicas de la Red Nacional”

Todas estas estructuras permiten a las Bibliotecas adoptar el papel que le fue otorgado históricamente y sobre el que recae una labor social desde una visión humanista y cálida, a pesar de lo tecnificado que pueda volverse la labor operativa dentro de ellas.

Factor de cambio

Existen quienes creen que las bibliotecas tienden a desaparecer, una concepción paradógica, dada la multiplicación exponencial de la información, los inequívocos avances de la sociedad de la información, hacia la sociedad del conocimiento. Es precisamente en por eso que las bibliotecas como institución no solo son vigentes, sino necesarias.

Las bibliotecas forman parte inherente del desarrollo social, en entornos diversos, a veces son refugios de personas que encuentran ahí un lugar donde se les trata dignamente, además mejoran la calidad de vida de las personas.

Una respuesta positiva a estas necesidades sociales, tan laceradas por la violencia, radica en la forma en la que los diversos tipos de bibliotecas, logren establecer alianzas de colaboración, en el que se compartan buenas prácticas y actuares, que les permitan fortalecer sus servicios, colecciones e infraestructura y que abarquen poblaciones cada vez más amplias.

Además de ser espacios donde se difunda también la cultura, a través del apoyo a manifestaciones artísticas y culturales, así como la tan necesaria promoción de la lectura.

La creación y fortalecimiento de las redes bibliotecarias, crea sinergias que provocan cambios en el entorno.

Es que hablar de biblioteca, es hablar de un espacio en el cual se puede tener acceso a la información, a recursos tanto impresos como digitales, obtener asesoría para la evaluación de la información. Es adentrarnos en un espacio que socialmente es poco conocido, mucho menos reconocido.

Lemus, R. (2012), lo expresa más acertadamente diciendo: “Hay aquí un espacio de sociabilidad alterno, con sus propias normas de contacto e intercambio”

Estos espacios, están destinados a ofrecer un ambiente agradable que estimula  el proceso de aprendizaje de la comunidad a la que pertenecen, es que la información es más parecida a una actividad o relación, es un ente que evoluciona como una forma de vida.

Las bibliotecas dejaron de ser solamente un espacio físico que se reduce al manejo de material impreso o audiovisual, para competir en el ámbito de las tecnologías de la información, con lo cual se dispara la cantidad de material digital a disposición de los usuarios.

Las actividades dentro de las bibliotecas tienen un amplio abanico de servicios que van desde la animación a la lectura, hasta el uso efectivo de las tecnologías de la información, por lo que como centros de gestión informativa, son lugares activos, que conforman la base de todo un mecanismo educativo, social, cultural, artístico, y con ello se rompe el estereotipo de la biblioteca tradicional.

Dentro de estos espacios, es más fácil lograr que los individuos encuentren esparcimiento, información y espacios inclusivos y de tranquilidad para su desarrollo personal

Los bibliotecarios y su labor social en la construcción de la paz

Dentro del estas instituciones nobles, como son las bibliotecas, no podemos dejar de lado a quien hace posible que éstas sean entes vivos, dinámicos e innovadores, el bibliotecario.

Éste se vuelve una pieza clave en este mundo donde el insumo de la información es cada vez más abundante y donde las tecnologías de la información y la comunicación avanzan a pasos inalcanzables.

Pareciera paradógico que los cybernautas-nativos digitales consideren que saben todo en la red y acaben conformándose con información que no es la más adecuada para la toma de decisiones, con lo más elemental, lo menos profesional.

En estos escenarios de inclusión y paz, también son tierra fértil para el desarrollo de las competencias en el manejo de la información, aun cuando existen labores sociales inherentes a esa profesión, que aun cuando pudiera considerárseles tradicionales, siguen siendo muy necesarias, por lo que la preparación y colaboración entre los bibliotecarios deberá tener un apoyo más amplio para poder ser ese factor de cambio que impacte positivamente en el entorno bibliotecario y por ende, de la sociedad.

Conclusiones

Las bibliotecas, como espacios multiculturales, permiten que los individuos desarrollen habilidades para el manejo de la información, por lo tanto para una toma de decisiones más adecuadas.

Existen organismos internacionales que buscan realizar acciones que permitan a los individuos desarrollarse de forma armónica, en espacios que proporcionen igualdad de oportunidades en espacios armónicos y en paz.

Los diferentes tipos de bibliotecas y la diversidad de usuarios a los que atienden, hacen aún más necesaria la creación de programas colaborativos, de intercambios de información, de desarrollo conjunto de servicios inclusivos, que permitan a todo tipo de usuarios, el acceso equitativo a los recursos de información.

Afortunadamente aún queda mucho por hacer, las Bibliotecas ofrecen un amplio panorama en el desarrollo en el establecimiento de programas holísticos de servicios, que poco a poco nos permitan cambiar el paradigma que se tiene de éstas.

Además, está comprobado que como tales, las Bibliotecas son entes que se adaptaron más fácilmente a los cambios tecnológicos. El reto es dar ese salto cuántico, entre los servicios tradicionales y la incorporación de nuevas metodologías que nos permitan abarcar un espectro más amplio de usuarios, así como la oportunidad de establecer alianzas de colaboración, que permitan otorgar una mejora dentro de la dinámica social que se vive.

Las Bibliotecas, por sí mismas, son crisoles del conocimiento, en los que la información fluye en todos los sentidos, en los que se amalgaman criterios informativos de grupos sociales multidisciplinarios, de diversos grupos sociales y étnicos que le permiten posteriormente convertirse en conocimiento.

El desafío consiste en ser un pilar en la construcción de una sociedad, capaz de promover oportunidades e igualdad de condiciones, de forma armónica y en un contexto de paz, tal como lo promueven los organismos internacionales.

Referencias

Ekholm, K., Karhula, P. (2013) Sleepwalking toward a control society? Then must-know trends. IFLA. [en línea] Disponible en: https://www.ifla.org/ES/publications/sleepwalking-toward-a-control-society-ten-must-know-trends Consulta: [26/05/2017]

Lemus, R. (2012) En defensa de la Biblioteca Pública. [en línea] Disponible en: http://www.letraslibres.com/revista/letrillas/en-defensa-de-la-biblioteca-publica?page=full   Consulta: [26/05/2017]

ONU (1948) Declaración universal de los derechos humanos. [en línea]  Disponible en: http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/ Consulta: [26/05/2017]

—-    (2016) Objetivos de desarrollo sostenible: 17 objetivos para transformar nuestro mundo. [en línea] Disponible en: http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/ Consulta: [26/05/2017]

Ponce, J. (2016) Cambio cultural a través de las bibliotecas: inclusión para todos y todas. En: Bibliotecas e inclusión social. (p35-48) Comp. Morán, A., López, S. Universidad Autónoma de Guadalajara.

Rivera, M.A. (2008) Memoria del XVI Coloquio de Bibliotecarios Infodiversidad: La Biblioteca como centro multicultural. Universidad de Guadalajara. Coordinación de Bibliotecas.

Secretaría de cultura (2017) Dirección General de Bibliotecas. [en línea] Disponible en: http://dgb.cultura.gob.mx/ [29/05/2017]

UNESCO (2017) Construir sociedades del conocimiento. [en línea] Disponible en: http://es.unesco.org/themes/construir-sociedades-del-conocimiento. Consulta: [26/05/2017]

—–    (1994) Manifiesto de la UNESCO en favor de las Bibliotecas Públicas. [en línea] Disponible en:  http://www.unesco.org/webworld/libraries/manifestos/libraman_es.html Consulta: [26/05/2017]

 

 

Entrevista con el Mtro. Josue Aranda Rojas

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EL COLEGIO DE MICHOACÁN A.C.

BIBLIOTECA LUIS GONZÁLEZ

Por. JULIO CÉSAR RAMÍREZ RODRÍGUEZ

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La formación de bibliotecólogos y bibliotecólogas mexicanos en el extranjero ha sido desde sus inicios una importante veta que ha permitido la reintegración de profesionales en el ámbito laboral, educativo y político de nuestro país. Basta mencionar por ejemplo a Juana Manrique de Lara como la primera bibliotecaria mexicana que incursionó en el extranjero a inicios de los años veinte y quien realizó importantes aportes a las bibliotecas públicas de nuestro país. Posteriormente, le seguirían no menos destacados personajes que de regreso al país hicieron aportes fundamentales para el desarrollo de las bibliotecas mexicanas.

Josue Aranda Rojas es uno de estos bibliotecarios mexicanos que lograron fructificar sus conocimientos adquiridos en el extranjero para coadyuvar con el desarrollo de la bibliotecología mexicana. Fue el primer bibliotecólogo mexicano que fundó los estudios de maestría en México en la Universidad de Guanajuato en los años ochenta. Por este logro y debido a su amplia trayectoria Josue Aranda fue reconocido en el 2009 con la medalla al Mérito Bibliotecario “Roberto Gordillo”.

ENTREVISTA

Inicio de los estudios preparatorios y universitarios.

La preparatoria la inicie en la capital del Estado en San Luis Potosi, ¡pero por razones económicas! no pude continuar con mis estudios ahí en la prepa, mi padre no podía ya sostenerme, mi padre era ferrocarrilero… entonces se me presentó la oportunidad, como a mí me atraía mucho el inglés, quería estudiar inglés y de hecho lo estuve estudiando en San Luis Potosí en el Instituto Mexico Americano de Relaciones Exteriores, ahí fue donde inicie mis primeros estudios de inglés. Dado que me gustaba el idioma, se presentó la oportunidad de ir a estudiar a Texas a una escuela donde ofrecen cursos de verano, exclusivamente de aprendizaje del inglés. Se dieron las circunstancias de tal manera que yo conseguí tanto de parte de mi padre como de la misma institución el apoyo para ir a estudiar a esa institución en Texas que se llama “Presbyterian Pan American School”.

Conocí de la oportunidad, como era una High School, de la posibilidad de estudiar y trabajar ahí, para terminar la preparatoria y por lo tanto decidí quedarme ya que me ofrecían beca trabajo. Ahí realicé tres años de High School, terminé la preparatoria e hice una solicitud para entrar a la Junior College en la Ciudad de Evanston Illinois, que se llamaba Kendall College y ahí fui a cursar en dos años la licenciatura en artes. Después de allí solicité ingreso a la Universidad de San Diego, ahí estuve un año o dos, no recuerdo exactamente, después pasé a otra institución que se llamaba Azusa Pacific College donde concluí mis estudios en sociología. Saliendo de ahí hubo la oportunidad de ingresar a la Universidad de California a estudiar el posgrado en Ciencia Bibliotecaria, donde me gradué en 1971.

Después trabajé por, dos o tres años en las bibliotecas públicas en el condado de los Ángeles. El condado de los Ángeles me ofreció formalizar mis papeles de migrante para trabajar con ellos ya que en ese momento se requería de, personal que fuera bilingüe y bicultural dado que en esos años el movimiento chicano en esos años estaba muy activo y se requerían bibliotecarios de habla hispana en las bibliotecas públicas de los Ángeles. Traté de arreglar mis papeles de migración pero hubo algo de oposición por algunos grupos también de chicanos que se oponían a que se contratara gente originaría de México; querían que fueran todos mexicanos o Mexico-Americanos nacidos allá, en Estado Unidos.

Su regreso a México

Al regresar a México busqué trabajo como bibliotecario ¡sabía muy poco acerca de las bibliotecas en México! En primera instancia lo que se me ocurrió fue ir a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Allí fue donde yo conocí a la licenciada Medellín y ¡pues le dio mucho gusto que hubiera un bibliotecario que fuera a buscar trabajo! pero después de hacer las indagaciones pertinentes para ver la posibilidad de contratación pues le dijeron que no, que no podían contratarme. Ya una vez que me dijo que no podía contratarme me dediqué a buscar trabajo en la Ciudad de México. Presenté mi solicitud en el consulado americano y traté de contactarme con la maestra Guadalupe Carrión, que creo en ese entonces era la presidenta de la AMBAC. No hubo respuesta de parte de ella, no sé si no le llegó mi carta ¡no supe qué paso!

Después recibí una llamada de parte del consulado americano donde me invitaban  a una entrevista, asistí a la entrevista. La bibliotecaria que era la responsable de la biblioteca Benjamin Franklin  me comentó que de todos los candidatos que tenían para el puesto que ofrecían yo era el candidato que cumplía con todos los requisitos pero me sugirió que conociera la bibliotecología mexicana. Me puso en contacto con la maestra Guadalupe Carrión, en ese entonces ella estaba en el CONACYT. Esa misma tarde me recibió la maestra y me dijo que las oportunidades para trabajar en bibliotecas en la Ciudad de México eran abundantes pero que le gustaría que yo conociera el proyecto que había en la Universidad de Guanajuato. Le dije que sí, que yo andaba buscando trabajo y estaba revisando todas las posibilidades que había para decidir donde trabajar. En ese momento se puso en contacto con la directora de bibliotecas de la Universidad, la licenciada Susana Franco Villaseñor e hicimos la cita para presentarme a la semana siguiente en Guanajuato. Esto fue allá por el mes de octubre del setenta y cinco cuando se hizo esta entrevista.

Viajé a la Universidad de Guanajuato para entrevistarme con ella y, me dijo pues que ¡que sí le gustaría que me quedara, que sí tenía la necesidad…! en ese entonces estaban apenas todo el proceso de catalogación y clasificación de los acervos de la Universidad y yo le manifesté que no era mi fuerte la catalogación ¡verdad!, de hecho cuando estudié no me atraía mucho (risas). Y bueno, le dije no sé si vaya a poder con lo que usted ofrece y me dijo, ¡no, yo tengo confianza que sí puede usted! Quedé de resolverle, ella quería que yo iniciara el primero de noviembre de 1975. Regresé a San Luis y pues bueno, estuve pensándolo bien, las posibilidades… México era una ciudad grande, yo estaba acostumbrado a los Ángeles California otra ciudad grande entonces me atraía mucho que fuera algo igual ¡verdad! pero yo sentía que al ir a la Ciudad de México iba a ser parte de… como un engranaje, que nada más iba ser parte de una maquinaría y Guanajuato ofrecía la posibilidad de desarrollar un proyecto que estaba iniciándose en la Universidad. Y pues gracias a Dios opté por esta última y decidí llamarle y decirle que aceptaba, que el día primero estaría por allá. Mi mente pensaba “que voy a hacer en Guanajuato que es un ranchito bien chiquito (risas)” porque sí, cuando vine a la ciudad a la entrevista se veía algo muy chico comparado con los Ángeles de donde yo venía.

Los motivos de estudiar bibliotecología

Casi toda mi carrera desde la preparatoria estuve trabajando de tiempo parcial y de tiempo completo durante las vacaciones. En Azusa Pacific College donde termine el grado de sociólogo los trabajos normalmente era manuales y cuando fui a una entrevista en el último año yo les dije: “ya no quiero trabajos manuales quiero algo más intelectual”. Entonces me asignaron a la biblioteca; al principio era nada más acomodar libros en la biblioteca pero, el bibliotecario de consulta pues como que, se interesó en mí, y a veces, cuando había una consulta me llamaba y me mostraba las obras de consulta cuando estaba ayudando algún usuario y, eso me llamó mucho la atención porque él me mostraba las obras y me decía para que eran esas obras. De ahí nació mí interés por la biblioteca por ver lo que se podía hacer con los libros y cómo se podía ayudar a los estudiantes a buscar la información que requerían. Él fue el que también me dijo: “hay posibilidades en la Universidad de California de que puedas ingresar y obtener una beca para estudiar ahí”. Yo quería estudiar psicología social después de la sociología pero ahí fue donde cambié mi elección.

Al entrar a la carrera me abre todo un panorama, de lo que son en realidad las bibliotecas, todo lo que conlleva organizar una biblioteca y ofrecer el servicio a los usuarios, el aprender en serio la catalogación y la clasificación. De hecho, antes tuve la oportunidad, mientras estudiaba el posgrado allá en la Universidad de California, de haber trabajado en el escritorio de consulta de la research library donde tuve la oportunidad de platicar y ver cómo los bibliotecarios profesionales ofrecían el servicio de consulta a estudiantes, profesores y público en general.

Entonces, mi idea de lo que eran las bibliotecas, al trabajar simplemente acomodando libros y dar consulta cambió, porque de hecho en las noches había turno de estar en la biblioteca, y el bibliotecario me propuso que yo me quedara a dar consulta, así es que vamos a decir que unos meses antes de concluir mi licenciatura en sociología yo trabajé ahí de bibliotecario de consulta. Entonces tenía una idea de lo que era pero al tener los estudios formales y haber colaborado con un bibliotecario me cambia por completo el panorama, y el respeto que investigadores y estudiantes tienen hacia el bibliotecario profesional, no como el concepto que se le tiene todavía lamentablemente en nuestro país al bibliotecario en general.

Las bibliotecas como crisol del conocimiento en las instituciones educativas

Terrazas Guzmán, F.

Unidad de Servicios Bibliotecarios

Coordinación General del Sistema Universitario de Bibliotecas Académicas

Universidad Autónoma de Chihuahua

Resumen:

Las Instituciones de Educación, son socialmente las responsables de la generación, divulgación y transmisión del conocimiento, por lo tanto el desarrollo bibliotecario en las instituciones educativas va muy de la mano con el de la explosión de la información que se genera a nivel global y que permite interactuar con usuarios  que tienen una diversidad de necesidades informativas.

Éstas también se ven definidas por la cultura que impera en la zona geográfica donde se desenvuelve y los factores multiculturales, especialmente en las zonas fronterizas, por lo tanto, las bibliotecas enfrentan el reto de fortalecer a sus usuarios para que adquieran las competencias adecuadas de Alfabetización Informacional que les permita continuar su proceso de aprendizaje no sólo en su vida académica, si no a lo largo de la vida.

 “Bastaba pedirle una información, aunque fuese genérica, preguntarle por un personaje, una cita, un suceso y su memoria caminaba entre los estantes, soberana hasta encontrar el dato solicitado, como se saluda a una persona que descansa en otra estancia”

Siliato, M

Hablar de biblioteca, es hablar de un espacio en el cual se puede tener acceso a la información, a recursos tanto impresos como digitales, obtener asesoría para la evaluación de la información. Es adentrarnos en un espacio que socialmente es poco conocido, mucho menos reconocido.

Lemus, R. (2012), lo expresa más acertadamente diciendo: “Hay aquí un espacio de sociabilidad alterno, con sus propias normas de contacto e intercambio”

Estos espacios, están destinados a ofrecer un ambiente agradable que estimule el proceso de aprendizaje de la comunidad a la que pertenecen, es que la información es mas parecida a una actividad o relación, es un ente que evoluciona como una forma de vida.

Las bibliotecas dejaron de ser solamente un espacio físico que se reduce al manejo de material impreso o audiovisual, para competir en el ámbito de las tecnologías de la información, con lo cual se dispara la cantidad de material digital a disposición de los usuarios. Esto último, no implica la desaparición del material impreso, como a veces se ha dado por creer. Es necesario tener en cuenta que debe existir un equilibrio entre las colecciones ya que hay usuarios a los cuales favorece particularmente uno u otro formato. Las actividades dentro de las bibliotecas tienen un amplio abanico de servicios que van desde el fomento a la lectura hasta el uso efectivo de las tecnologías de la información.

Por lo tanto, las bibliotecas como centros de gestión informativa, son lugares activos, que conforman la base de todo un mecanismo educativo y de investigación, con ello se rompe el estereotipo de la biblioteca tradicional para dar paso a nuevos centros de administración de información.

En nuestro país, casi el noventa por ciento de las bibliotecas, se concentran en la zona centro-occidente. Pero, qué pasa con el norte.

Las tierras áridas, son afectadas no sólo debido a la baja precipitación pluvial, si no a la dificultad para acceder a información pertinente. Además del arraigado estereotipo de las bibliotecas, que las colocan entre los espacios menos socorridos por la población.

Además es necesario tomar en cuenta, que mientras que en los sectores productivos de la sociedad, el uso de sistemas y tecnologías de la información es muy frecuente, en el sector económico primario, éste es casi nulo, debido a que en el contexto latinoamericano se tienen problemas sociales básicos los cuales hacen que el abismo sea cada vez mayor.

Claramente se puede dividir la sociedad en dos estratos, uno en creciente progreso y uno marginal que carece de las estructuras básicas de supervivencia.

Pero no todo está perdido, son las Instituciones de Educación Superior, quienes dentro de sus funciones tienen la responsabilidad de generar información a través de su quehacer académico y de investigación, dentro de éstas, las bibliotecas juegan un papel fundamental, si las consideramos como el laboratorio donde se gestan las nuevas ideas y donde se les otorgan los fundamentos básicos para su desarrollo.

Además son éstas, las entidades mejor dotadas tecnológicamente para facilitar la generación de nueva información y la transformación de ésta en conocimiento.

El impacto de las tecnologías de la información en el mundo educativo

“Riesgos de apostarle de lleno a los libros digitales, sobre todo porque los soportes de hoy podrían no ser los de mañana y porque las leyes de derechos de autor obstaculizan por lo pronto, y quién sabe durante cuánto tiempo más, el libre acceso a ellos”

Lemus, R. (2012)

 La introducción de las tecnologías de información y comunicación (TICS) han fracturado los esquemas y paradigmas tradicionales de transmisión de información y creación de conocimiento, el mundo digital se sirve como un refugio ante una realidad hasta cierto punto hostil.

La explosión informativa y la diversidad de formatos en los que ésta se representa provocan un cambio radical en las estructuras sociales. Las sociedades cada vez marcan más sus diferencias socio-culturales ante otras, aunque,  paradójica y paralelamente también se estandarizan a través de nuevos lenguajes que son creados de forma simultánea con el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación.

Indudablemente el mundo cambia y el cuidadano se convierte en una víctima de la información, debido a que ésta se encuentra en todos lados y llega a generar una aguda infoxicación.

La movilidad social y la globalización económica se encuentran enlazados a todos los procesos sociales, por lo que tambalean los pilares de los mismos tal y como los conocemos.

Claramente se observa una marcada tendencia a obtener la información como un insumo de primera necesidad. La tecnología se encuentra disponible al alcance de un “clic”, y es tan abundante que podemos recuperar documentos  prácticamente de cualquier tópico en una amplia diversidad de formatos.

Aun cuando esto no signifique la obtención de información adecuada para el desarrollo académico o la apropiación de información factible para ser transformada.

Puede decirse que la Era Industrial, como tal, ha llegado a su fin y ha cedido sus dominios ante el paradigma denominado “Era de la Información”.

Como lo han planteado Castell y Toffler, sus características principales son la ruptura en los conceptos de espacio-tiempo, continua movilidad social, la generación exponencial de conocimientos y la introducción de las tecnologías de la información como herramientas básicas de trabajo en todos los sectores.

Todos estos cambios tienen sus repercusiones también en el ámbito educativo. Sin embargo, la introducción de sistemas automatizados y computadoras en estos espacios no siempre ha fomentado la creación del conocimiento. La educación tradicional ha tenido, en algunos casos de forma forzosa, que ceder paso a la educación informal, aunque esto no necesariamente signifique un desarrollo intelectual del individuo.

Por ello surge la necesidad apremiante de modificar los procesos de enseñanza aprendizaje y ofrecer espacios mas versátiles que permitan a los individuos establecer procesos más activos en un modelo de autoaprendizaje, tomando en cuenta que la fragmentación de la información, su sesgo en la recuperación y la carente capacidad de sentido crítico han abierto vacíos que la tecnología, por si misma, no puede subsanar.

Basados en las premisas anteriores,  se comienzan a desarrollar en las IES, los modelos educativos basados en competencias, que como su nombre lo indica, tienen la consigna de dotar a los individuos de las habilidades y/o destrezas que les permitan establecer relaciones adecuadas de recuperación de información, generar estrategias de búsquedas eficaces, a la vez que los doten de un sentido crítico para discernir la cantidad y la calidad de la información que necesitan.

 

El infotecario: puente entre las tecnologías de la información y la sociedad.

“Soy de ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito”

Murakami, H.

Se ha hablado ya de las Instituciones de Educación Superior, como las entidades adecuadas para el desarrollo y generación de conocimientos dentro de la sociedad, sin embargo, es necesario tomar en cuenta, que problema fundamental con el que éstas deben de lidiar, es la brecha digital que aún no es posible resolver.

Esta paradoja nos ofrece el panorama de una sociedad que por un lado se encuentra en un estado de aparente tecnocracia, en el que a los individuos se les dota de la capacidad de acceder a la información, mientras que la otra cara de la moneda refleja un estado complejo de supervivencia desde el cual no se tiene ni siquiera la idea del significado de acceso a la información.

Si bien es indudable que la tecnología ofrece nuevas alternativas de desarrollo, se vuelve necesario aclarar que esto será posible siempre y cuando se aprovechen éste tipo de recursos de manera más equitativa y favorezcan el tan esperado reconocimiento del derecho universal a la educación.

Las TICS nos rebasan, son avasallantes, dotan a los individuos de la capacidad de expresar sus ideas y no sólo eso, sino de traspasar fronteras que en décadas anteriores era imposible sortear.

Pero en las IES, existe un profesional que es capaz de establecer un vínculo entre estas tecnologías y los migrantes digitales,  quienes se encuentran en un estado de incertidumbre, ante el reto de enfrentarse a ellas, que son de uso casi innato en los individuos a los que pretenden apoyar en la construcción de su propio conocimiento.

Pero, ¿por qué precisamente la sociedad debe voltear sus ojos hacia las bibliotecas?

Quiénes, sino los profesionales de la información, son precisamente los adecuados, para fungir como un puente que sea lo menos estrepitoso y que a la vez, amortigüe los tumbos que los migrantes deben dar antes de lograr un dominio aceptable de las herramientas tecnológicas que están a nuestra disposición.

Morales (1997) insiste en que el profesional de la información está en permanente interacción dentro una sociedad plural, con una rica “infodiversidad” que debería servir y satisfacer a todos los gustos, todas las etnias y todas las clases socioeconómicas.

Esta premisa no hace más que advertirnos, que la infodiversidad se ha ampliado de tal manera que existen serios riesgos por parte de los usuarios de perderse dentro del caudal informativo que se genera a cada momento.

Dentro de éstas, los bibliotecarios, a quien podría denominarse ahora como “infotecarios” se convierten en esa vía adecuada de flujo, entre el caudal informativo existente y las necesidades particulares de los usuarios. Éste, puede fácilmente desenvolverse en múltiples actividades, que van desde ofrecer un breve apoyo para localizar material en estantería, hasta guiar al usuario en una estrategia de búsqueda eficaz por ese mar informacional que puede llegar en muchos casos, a un estado grave de infoxicación.

En este sentido los infotecarios tienen la responsabilidad, como administradores de la información, de ofrecer a los usuarios programas que les permitan desarrollar las habilidades necesarias para la selección de las fuentes de información, la evaluación de sus contenidos y la generación de nuevo conocimiento, además de capacitaciones permanentes, que van desde el uso de los materiales documentales impresos, de las bases de datos electrónicas de información, hasta la construcción de herramientas de la denominada Web 2.0, que les permite auto-difundir los resultados de su trabajo académico, docente y de investigación.

Hacia la sociedad del conocimiento

“La biblioteca es una necesidad social que exige profesionales con capacidad para gestionar instituciones, con habilidades comunicacionales, con formación tecnológica, entre otras.

Roggau, Z.

A lo largo del texto, se han desarrollado algunas reflexiones sobre el panorama de las TICS, también brevemente del profesional de la información como el vínculo entre ésta y la Sociedad de la Información, sin embargo, es momento de aclarar, que no es sinónimo de Sociedad del Conocimiento.

Este último, va más allá de la recuperación y uso de la información, está más enfocado a un grado relativo de apropiación de datos para transformarlos en conocimiento que a la vez sea aplicable y que a su vez sirva para la generación de nueva información. Un ciclo que avance en una espiral ascendente. La primera, claramente favorece el acopio, la preservación y la difusión de información, la otra implica la transformación de ésta en algo más.

Abramos entonces un paréntesis, en el cual se pueda dilucidar el papel de las Bibliotecas dentro de una sociedad, quizás utópica, en la cual ya no sólo es necesaria la adquisición de habilidades de recuperación de información en diversos formatos, tampoco la recopilación de datos aislados, sustraídos de fuentes informativas, sino el abrevar de esa fuente de fuentes, que nos permiten la restructuración de los constructos mentales y la factibilidad de hacer a otros partícipes de esa dinámica rica en diversidad cultural.

Quizás geográficamente, estemos en posibilidad de obtener un acercamiento mayor hacia el país vecino, que hacia el centro de nuestro país,  lo cual nos ofrece la posibilidad de enriquecernos con experiencias que han sido favorables, ante los retos que las TICS nos ofrecen. Sin perder de vista el contexto latinoamericano y mucho menos, la situación social que nos amplia cada vez más la brecha digital.

He aquí un punto que cabe destacar como oportunidad, ya que las Bibliotecas estarían en posibilidad de habilitar sus áreas, no sólo a los servicios tradicionales, sino ofrecer un extra dentro de la promoción cultural y la difusión de expresiones artísticas, en especial de las Artes Plásticas, a través de la apertura de otro tipo de actividades que atraigan no sólo a los usuarios regulares, sino también a otros sectores de la población.

El infotecario, entonces tendrá la tarea extra, de transformarse en un ávido constructor de nuevos conocimientos y habilidades que le permitan esa integración más eficaz en la sociedad.

Alfabetizar

 “La alfabetización informacional y el aprendizaje a lo largo de la vida son los faros de la Sociedad de la Información que iluminan las rutas hacia el desarrollo, la prosperidad y la libertad.”

IFLA (2005)

Siguiendo esa línea temática, el 9 de Noviembre del 2005, en Alejandría, se planteó la posibilidad de definir a las bibliotecas como los lugares idóneos a través de los cuales se pudiera favoreces el aprendizaje a lo largo de la vida, esto con el fin de dotar a la población en general, de las habilidades que les permitan hacer frente a estos nuevos retos que se presentan en la sociedad, en cuanto al uso indiscriminado de las tecnologías de la información, más como un mero divertimento, que como aliado indispensable en la mejora de la calidad de vida de los individuos.

En el ámbito bibliotecario ya se hablaba de la función docente del bibliotecario, por medio de una incipiente formación usuarios de bibliotecas, también de la importancia de la planeación de un programa permanente de capacitación.

Anteriormente López Yepes (2004) lo definía como: Programa de una biblioteca dedicado a capacitar a sus usuarios para que sepan aprovechar mejor los recursos puestos a sus disposición por el centro de información”.   A raíz de la explosión informativa, esta definición quedó muy estrecha, la diversidad de formatos y modalidades de acceso a la información es muy amplia, por lo tanto surge la necesidad implícita de ampliar también su espectro.

Ese es el gran reto, convencer, capacitar, promover, apoyar a los individuos y mostrarles que no porque algo esté publicado en la red, contiene información que es adecuada para resolver nuestras necesidades de información.

Alfabetizar, para poder hacer frente adecuadamente a los avances tecnológicos y servir de apoyo a los usuarios, que debido a la inercia educativa que tienen, carecen de los elementos básicos que les permitan no sólo navegar, sino discernir el nivel y la calidad la información que les es pertinente.

¿Cuál es el destino de las bibliotecas?

“La pérdida de la lectura se traduce en la erosión del lenguaje y la erosión del lenguaje en el despojo del pensamiento”

Proceso

Afortunadamente aún queda mucho por hacer, las Bibliotecas ofrecen un amplio panorama en el desarrollo no sólo de la Alfabetización Informacional, sino el establecimiento de programas holísticos de servicios, que poco a poco nos permitan cambiar el paradigma que se tiene de éstas.

Además, está comprobado que como tales, las Bibliotecas son entes que se adaptaron más fácilmente a los cambios tecnológicos y no sólo eso, sino que los adoptaron como parte fundamental en los procesos de gestión de la información.

El reto es dar ese salto cuántico, entre los servicios tradicionales que se siguen ofertando y la incorporación de nuevas metodologías que nos permitan abarcar un espectro más amplio de usuarios.

Esta dinámica en zonas cercanas a la frontera, nos ofrecen la oportunidad de establecer alianzas de colaboración, a través de las cuales no sólo se favorezca a la población que accede a las IES, sino también que permitan otorgar una mejora dentro de la dinámica social que se vive.

Las Bibliotecas Universitarias son crisoles del conocimiento, en los que la información fluye en todos los sentidos, en los que se amalgaman criterios informativos de grupos sociales multidisciplinarios, de diversos grupos sociales y étnicos que le permiten posteriormente convertirse en conocimiento.

REFERENCIAS

Bossié, F. (2009). Libros, Bibliotecas y Bibliotecarios una cuestión de memoria. (Español). Información, Cultura y Sociedad, (20), 13-40. [en línea] Disponible en: Academic Search Complete.

————-(2005). Los Bibliotecarios en la Sociedad de la Información. (Español). ACIMED, 13(3), 97-115. [en línea] Disponible en: Academic Search Complete.

Campos, D. (2007) ¿Google como herramienta alterna para los profesionales de “ciencias de información? [en línea] Disponible en: http://eprints.rclis.org/archive/00009838/ [Consulta: Junio, 02, 2010]

CONPAB-IES (2005) Normas para Bibliotecas de Instituciones de Educación Superior e Investigación.  México: CONPAB-IES.

García Ejarque, L. (2000) Diccionario del archivero-Bibliotecario   Terminología de la elaboración, tratamiento y utilización de los materiales propios de los centros documentales. España: Trea.

Hernández, F. (2000) El bibliotecólogo emprendedor: Un reto del siglo XXI. México: Colegio Nacional de Bibliotecarios

IFLA (2005) Faros para la Sociedad de la Información: Declaración de Alejandría sobre la Alfabetización Informacional y el aprendizaje a lo largo de la vida. [En línea]. Disponible en: http://archive.ifla.org/III/wsis/BeaconInfSoc-es.html [Consulta: 20 de Septiembre, 2012].

Lemus, R. (2012) En defensa de la Biblioteca Pública. [en línea] Disponible en: http://www.letraslibres.com/revista/letrillas/en-defensa-de-la-biblioteca-publica?page=full [Consulta: Octubre, 01, 2012]

López Yepes, J. (2004) Diccionario enciclopédico de ciencias de la documentación. España,   Síntesis

López Yepes, J. et al. (1996). Manual de información y documentación. España: Pirámide.

Morales, E. (1997) La función social del bibliotecólogo y la biblioteca. México: UNAM. Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas

Murakami, H. (2009) Tokio Blues: Norwegian wood. México: Maxi Tusquets Editores S.A. de C.V.

Proceso Letras Minúsculas: Nueva Edad Media Mexicana p.62 Núm 1789 13-Feb-2011 ISSN 1665-9309

Reitz, J (2006) Online Dictionary for Library and Information Science [en línea] Disponible en  http://lu.com/odlis [Consulta: Septiembre, 29, 2012]

Roggau, Z. (2006). Los Bibliotecarios, el estereotipo y la comunidad. (Español). Informacion, Cultura y Sociedad, (15), 13-34. [en línea] Disponible en: Academic Search Complete.

Siliato, M (2006) Calígula. España: Random House Mondadori S.A. de C.V.

Sousa, J. (2004) Diccionario de bibliología y ciencias afines. España; Trea.

ESTA INFORMACIÓN FUE PRESENTADA EN EL IX INSTITUTO TREJO FOSTER FOUNDATION REALIZADO LOS DÍAS 5 Y 6 DE OCTUBRE DE ESTE AÑO.

AQUÍ PUEDE CONSULTAR LA PRESENTACIÓN QUE SE REALIZÓ SOBRE ESTE DOCUMENTO: http://prezi.com/resy-mdpyedr/bibliotecas-crisol-del-conocimiento/

Programa Memoria del Mundo

Por. María Antonieta Hidalgo Muñoz

Biblioteca de la DES de Salud

El patrimonio documental histórico universal está expuesto por su naturaleza a gran cantidad de riesgos y peligros. Sin embargo hoy en día un número creciente de naciones se han sensibilizado ante las amenazas que el medio ambiente y el ser humano mismo representan. El personal de algunas bibliotecas y archivos consciente de la fragilidad de los materiales documentales, ha buscado de acuerdo a sus posibilidades, crear en conjunto con los sectores gubernamentales y empresariales, programas de conservación y planes de prevención para proteger la integridad de los documentos, aunque no siempre han tenido eco sus demandas.

Ante tal panorama, desde 1992 la UNESCO ha instituido y actualmente coordina el Programa Memoria del Mundo, con el propósito de concienciar a los países para que justiprecien su acervo cultural nacional, preserven su patrimonio documental y faciliten su acceso sin restricciones. El significado del término patrimonio documental, es aplicado a los manuscritos, documentos raros y preciosos, que por su valía inestimable son resguardados en archivos, bibliotecas y museos del mundo, en cualquier formato o soporte.

Este proyecto surge a partir de la toma de conciencia de quienes, vinculados a los documentos escritos, advierten las condiciones deplorables que en el mundo guardan un gran número de acervos históricos que están perdiéndose o volviéndose inaccesibles. Manuscritos, películas y periódicos constituyen un testimonio pluricultural que en numerosas ocasiones enfrenta constantes peligros. El tunecino Abdelaziz Abid, quien fuera el fundador y director del Programa Memoria del Mundo y además responsable del Proyecto de Rescate de la Memoria Digital de América Latina y el Caribe, expresa que éste es un proyecto internacional que a través de una secretaría general y comités internacionales, nacionales, regionales, involucra a los sectores gubernamentales, empresariales y profesionales con el fin de abarcar a todos los países y cumplir con el objetivo de conservar la memoria de la evolución humana sin distorsiones ni pérdidas. Expresa que cada dos años son inscritos en este Programa los manuscritos más distintivos de la historia de la humanidad. Agrega que además, se pretende impulsar planes para proteger y salvaguardar los documentos cuya demanda de cuidados es apremiante. Si bien la conservación no constituye el objetivo principal de este proyecto, si es una condición necesaria para que se le pueda garantizar al público el acceso a los contenidos.

México ya se ha incorporado y tiene registrados algunos de sus documentos: el Codex Techialoyan de Cuajimalpa; la Colección de Códices Mexicanos; los Códices del Marquesado del Valle; el negativo original de la película Los Olvidados de Buñuel; la Biblioteca Palafoxiana; la Colección de los siglos XV al XVIII; la Colección Hugo Brehme. También están inscritos los Incunables Americanos: libros impresos en México en el siglo XVI; la Colección Lafragua; Voz Viva de México; el Archivo Salvador Toscano y los Archivos de Porfirio Díaz y Manuel González, pertenecientes a diferentes instituciones como la Biblioteca Nacional de México, el Archivo General de la Nación, la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y otras, que se han preocupado y ocupado de la preservación del patrimonio nacional para las futuras generaciones.

Referencias

Edmonton, R (2002). Memoria del Mundo. Directrices para la salvaguardia del patrimonio documental. [En línea] Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001256/125637s.pdf  Recuperado 23 de agosto, 2012.

Escolar, H.  (1990). Historia de las Bibliotecas. España: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

Fisk, R. (2003). El capítulo final del saqueo de Bagdad. [En línea] Disponible en: http://pazhumana.info/article.php.article=266  Recuperado 2 de marzo de 2008

Matthews, G. (2005).  Manejo de Desastres y Bibliotecas; Planificación en Acción: una Perspectiva Institucional. En World Library and Information Congress: 69th IFLA General Conference and Council. [En línea] Disponible en:   http://www.ifla.org/IV/ifla69/papers/600s-Matthews.pdf Recuperado 23 de agosto, 2012.

Peña, R.  (1976). Historia del Arte. México: Salvat Mexicana Editores, S.A. de C.V.

Sánchez, A. (2000). Manual de planificación y prevención de desastres en archivos y bibliotecas. España: Fundación Histórica Tavera. Instituto de Seguridad Integral de la Fundación MAPFRE estudios.

Celebremos

«Bastaba pedirle una información, aunque fuese genérica, preguntarle por un personaje, una cita, un suceso y su memoria caminaba entre los estantes, soberana hasta encontrar el dato solicitado, como se saluda a una persona que descansa en otra estancia».

Siliato, M. (2006) Calígula. Random House Mondadori. S.A de C.V.

Por. Fabiola Terrazas.

El 12 de Noviembre se ha establecido en nuestro país como Día Nacional del Libro y por ende de los Bibliotecarios, con motivo del natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz.

Día a día, estos profesionales de la información se dedican no sólo a custodiar el Material Documental, si no a atender la diversidad de demandas de información de los usuarios.

Si bien el oficio de bibliotecario está asociado con caracterísiticas monacales, de pasividad y tranquilidad, en la actualidad esta profesión se ha diversificado.

Ahora el bibliotecario juega un papel decisivo en el acceso, evaluación y uso de la información tanto impresa como electrónica. Además la misma dinámica de las sociedad permite a los bibliotecarios ampliar sus campos de acción que van desde el servicio de préstamo de material documental, hasta desarrollo de investigación que le permita mejorar continuamente los servicios que se ofrecen en las bibliotecas.

Dentro de los servicios que se ofrecen en las bibliotecas que conforman el SUBA se encuentran:

Formación de usuarios

Catálogo en Línea

Préstamo interno y externo

Préstamo interbibliotecario

Consulta y Referencia

Acceso a Recursos Electrónicos de Información

Club de Lectura

Reprografía

Hoy a las 15:00hrs, estaremos platicando un poco más sobre los bibliotecarios en Radio Universidad, acompañenos.  http://ru.uach.mx/

A nombre de la MBCI Claudia Pérez Aguilar Coordinadora General del SUBA, felicitamos a todos los bibliotecarios que diariamente realizan sus labores con profesionalismo para que nuestro sistema siga mejorando.

Cursos de Inducción en Contaduría y Administración Chihuahua, Delicias.

Colaboradores:

Mónica Aguilar y José Carlos Pedroza.

Las bibliotecas de la Facultad de Contaduría y Administración Chihuahua y Unidad Delicias también realizaron cursos de inducción para los alumnos de nuevo ingreso.

Esto como parte de la necesaria formación de usuarios en la que se les explican los puntos básicos para hacer uso de los servicios bibliotecarios, también se realizan recorridos a través de la biblioteca con el fin de que conozcan las áreas y puedan ubicar el material documental en las estanterías.

Siempre es un reto gestionar los espacios pertinentes para ofrecer la información del SUBA a los alumnos, así que en horabuena por los compañeros.

Capacitación a alumnos de nuevo ingreso FCA unidad Delicias.

Continuando con la capacitación

Visita guiada para alumnos de nuevo ingreso FCA.

Recibiendo capacitación sobre los puntos básicos del SUBA.

Cursos de Inducción Biblioteca DES de Salud

El jueves 18 y viernes 19 de agosto se efectuaron los Cursos de Inducción a Biblioteca para los alumnos de nuevo ingreso de  la Facultad de Enfermería y Nutriología, en el Salón de Seminarios de la Facultad de Contaduría y Administración.

Estos cursos fueron impartidos por la MBCI. María Antonieta Hidalgo Muñoz y por la bibliotecaria Claudia Frescas Montes, quienes destacaron el trascendente papel que tiene la biblioteca en la vida universitaria, a la vez que enfatizaron la importancia de crear cultura para el buen uso del material documental y el aprovechamiento óptimo de los recursos informativos con que cuenta el SUBA.


Más allá de las Bibliotecas

Fabiola Terrazas

Unidad de Servicios Bibliotecarios

Coordinación General del SUBA

Definitivamente en alguna ocasión nos habremos percatado de que las bibliotecas son lugares poco valorados en nuestro país, tal vez sea un fenómeno aún más amplio y podríamos aventurarnos a pensar que en otros países latinoamericanos existe ese mismo paradigma acerca de las bibliotecas como espacios pasivos.

Sin embargo las bibliotecas son parte de la comunidad y no sólo eso, si no que son espacios vivos en constante movimiento. Tal vez no nos hemos percatado, pero en algunas películas o series televisivas, ocasionalmente se presentan espacios bibliotecarios.

En el fenómeno mediático de la serie televisiva Los Simpson, Lisa es un personaje deseoso de aprender que hace un uso regular de la Biblioteca Pública de Springfield.

Fuente de imagen: Fan Pop

También en la película infantil Matilda, basada en el libro de Roald Dahl, la protagonista acude a la biblioteca y es precisamente de esa manera en la que adquiere conocimientos aún antes de haber pasado por la educación formal que ofrece la escuela elemental.

Fuente de Imagen: Giuliana Vistalli

Siguiendo esta tendencia, se encuentran la película Estadounidense City of Angels (Un ángel enamorado) y la alemana Der Himmel Über Berlin (Las alas del deseo) del director Wim Wenders.

En éstas, los protagonistas son ángeles que viven en las bibliotecas, en ambos casos estas imágenes tienen un significado muy singular al asociarlos con los guardas y custodias no sólo de las personas, si no de los libros, después de todo no está mal pensar en los bibliotecarios como los ángeles de la guarda del material documental.

Fuente de imagen: Films in america

Fuente de imagen: Libros JAMillan

En el caso de la cultura Japonesa, existe una OVA y una serie basadas totalmente en aspectos bibliotecarios, tal sería el caso de Read or Die y de Toshokan Sensou (Library War)

En las que toda la historia gira alrededor de las bibliotecas y el quehacer de los bibliotecarios que trabajan en ellas, llevándo esta labor incluso al extremo de tener que prepararse militarmente para defender el material del que son depositarias. Estas bibliotecas poseen una autonomía que les permite mantener un grupo de profesionales que están dispuestos a todo con tal de ofrecer los servicios de la mejor manera y custodiar los documentos que se adquieren bajo licencias especializadas.

Lo interesante en la serie de Read or Die es que todo comienza cuando hay un asalto a The Library of Congress y sustraen 600 documentos, por lo que piden ayuda al equipo especializado de The British Library para que juntos puedan recuperar ese material documental.

Fuente de imagen: El blog informativo de Cloud

En Toshokan Sensou, el grupo de Bibliotecarios, deben recuperar documentos que no están autorizados a publicarse por la Comisión de Comunicaciones, dependencia gubernamental, por lo cual los bibliotecarios se encargan de mantener siempre un registro de los libros importantes que aún se encuentran en las librerías, para enviar grupos especializados a «rescatar» el material.  Incluso tienen una identificación con la insignia en forma de libro, del que se puede ver una flor de Manzanilla (Matricaria Chamomilla) en honor a la esposa del fundador de ese sistema bibliotecario.

Fuente de Imágenes: Anime Chronicle

Así la labor de los bibliotecarios no sólo se vive dentro de las bibliotecas, si no que va más allá, hasta quedar representada dentro del Séptimo Arte. Esperamos que disfruten de esta serie de recomendaciones en donde de nuevo los bibliotecarios estamos presentes.